domingo, 14 de diciembre de 2008

Recomienda una lectura

Inauguro la sección poética con un bello poema de Rafael Alberti dedicado a su compañera , y también escritora, María Teresa León en Recuerdos de lo vivo lejano (1948-52).



Cuando tú apareciste,
penaba yo en la entraña más profunda
de una cueva sin aire y sin salida.
Braceaba en lo oscuro, agonizando,
oyendo un estertor que aleteaba
como el latir de un ave imperceptible.
Sobre mí derramaste tus cabellos
y ascendí al sol y vi que eran la aurora
cubriendo un alto mar en primavera.
Fue como si llegara al más hermoso
puerto del mediodía. Se anegaban en ti
los más lúcidos paisajes:
claros, agudos montes coronados
de nieve rosa, fuentes escondidas
en el rizado umbroso de los bosques.
Yo aprendí a descansar sobre sus hombros
y a descender por ríos y laderas,
a entrelazarme en las tendidas ramas
y a hacer del sueño mi más dulce muerte.
Arcos me abriste y mis floridos años
recién subidos a la luz, yacieron
bajo el amor de tu apretada sombra,
sacando el corazón al viento libre
y ajustándolo al verde son del tuyo.
Ya iba a dormir, ya a despertar sabiendo
que no penaba en una cueva oscura,
braceando sin aire y sin salida.
Porque habías al fin aparecido.
Escúchalo:















Porque todo ocurre sin que nos demos cuenta, hemos de aunar nuestros esfuerzos.

Se estaba haciendo necesario, y hasta imprescindible, abrir este blog para todos los que comparten conmigo las ganas de aprender, de ilusionarse con la opinión de los otros, de compartir un espacio para la reflexión y para sumar a nuestras vivencias las experiencias ajenas que no hemos vivido. Todo orientado a mejorar la educación de los chicos, de los profesores y de los padres. Porque todos queremos que este lugar se convierta en un espacio más habitable. Y cuando digo lugar quiero decir mundo. Porque todos tenemos una labor que hacer y juntos será más fácil. Porque no estamos en orillas opuestas sino más bien a los márgenes.